El gato sigue siendo aún hoy día el gran desconocido. Cierto es que acompaña al hombre desde hace ya miles de años pero pese a ello no acaba de encontrar en nuestra sociedad el lugar que le corresponde.
Hay que tener muy claro para poder entenderlo en toda su extensión que este animal es un felino, detalle importante pero que a menudo pasamos por alto. Dicho de otro modo, cuando llevas un gato a casa te conviertes en el responsable de un tigre en miniatura. Una vez tengamos clara esta idea todo será mucho más fácil para ambos, el hombre y el gato.
Como buen felino que es tiene una serie de características genéticas y morfológicas que lo hacen ser lo que es, una “máquina magnífica” de cazar. El gato por su condición es un animal independiente y no domesticable en el sentido de que no es un perro, por lo que pretender que obedezca a la orden de “sit” es un absurdo, él hará aquello que desee como y cuando quiera.
Son animales muy silenciosos en general, extremadamente límpios, cariñosos con quienes conocen, con una buena longevidad (pues no es extraño que un gato viva entre doce y catorce años) y a fecha de hoy se convierten por todas estas cualidades en un candidato perfecto para habitar en las grandes ciudades.
Agua limpia, a ser posible a diario -sobre todo en verano-, una alimentación adecuada y mucho cariño y tendrás en casa un excelente animal de compañía, y una de las mejores mascotas que se pueden tener, por mucho tiempo.